Las relaciones laborales y los derechos de los trabajadores se rigen por el ordenamiento jurídico de la propia Constitución Española. La Constitución encomienda a los legisladores en forma de ley la promulgación de legislación sobre los derechos de los trabajadores. tomará el nombre del estatuto de los trabajadores
El artículo 1 de la Constitución ya dispone: «España es un Estado social y democrático de derecho». Con la palabra «sociedad» queríamos dejar clara desde un principio la no neutralidad del Estado en materia social e imponer el desarrollo de funciones sociales.
Posteriormente, el artículo 35 reconoce en su punto 1 que:
«todos los españoles tienen el deber y el derecho al trabajo».
Inmediatamente después, establece en el punto 2 que
«la ley regulará la regulación de los trabajadores».
Así, como se anticipó en la entrada, la Constitución garantiza el desarrollo legislativo de los derechos de los trabajadores en una forma jurídica: el estatuto de los trabajadores.
La figura de los abogados laboralistas
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De hecho, hay muchas situaciones en las jurisdicciones laborales españolas en las que no se requiere un abogado. En muchos casos, los trabajadores reclaman sus derechos sin estar acompañados por expertos.
Sin embargo, la falta de conocimiento laboral puede conducir a la falta de protección del trabajador. Desde la primera vez que un empleado se encuentra con un problema laboral con la empresa, como ser despedido o no pagar salarios, se recomienda encarecidamente que se remita a un abogado en Madrid especialista en derecho laboral..
El perfil de un abogado laboralista salvará a los trabajadores de cometer los errores más comunes al tratar asuntos laborales delicados. Los procedimientos laborales tienen muchos requisitos formales y materiales que son lógicamente desconocidos para la mayoría de los empleados. Además, los trabajadores pueden perder su derecho a la compensación si estas formalidades no se cumplen adecuadamente.
Existen diferentes formas de otorgar representación a un abogado laboralista
Aprobar el Poder Notarial «Apud-acta». El poder notarial permite la ausencia del trabajador y permite que el abogado laboral lo represente en su totalidad. Esta facultad deberá ejercitarse siempre ante el Secretario judicial.
Procedimientos de otorgamiento de poderes generales. Esto debe otorgarse en presencia de un notario público. El poder general para litigios permite que el trabajador sea juzgado personalmente y delegar responsabilidades en su abogado laboral.
Si el trabajador asiste a la audiencia sin autorización, se estará representando a sí mismo. Los abogados solo están técnicamente defendiendo a los trabajadores.
Principales funciones del abogado laboralista
La tarea principal de un abogado laboralista es acompañar, asesorar y defender técnicamente a un trabajador en los juicios que se presenten con su empresa actual o anterior.
De hecho, las funciones específicas que realizan los abogados laborales para lograr este fin son las siguientes:
- Asesoramiento en derecho laboral, tanto individual como colectivo.
- Ayuda en asuntos relacionados con la seguridad social: invalidez, jubilación, pensiones…
- Representación en procesos judiciales en materia laboral.
- Asesoramiento en todo lo relativo a los contratos de trabajo.
- Asesoramiento en Expedientes de Regulación de Empleo (ERES), muy de moda hoy en día
- Negociación de convenios colectivos.
- Ayuda con despidos y sanciones. En estos casos, asegúrese de contactar a un abogado laboralista que pueda ayudarlo a comprender si el despido o la sanción se produjeron en los términos correctos y si se violaron sus derechos.
- Ayuda en situaciones de acoso laboral y molestias por multitudes.
- Gestión de indemnizaciones por accidentes de trabajo.
- cantidad reclamada. Uno de los reclamos más comunes que hacen los trabajadores contra las empresas. En este sentido, un abogado experto en asuntos laborales garantizará que el proceso cuente con todas las garantías legales y podrá recuperar el dinero adeudado por la empresa en su momento.
